En 2009 nos dejaba el p. Mario Rusconi, un pavoniano que trabajó incansablemente en la Pastoral Juvenil, dejando hermosos frutos a la Congregación.
El p. Mario nació el 30 de diciembre de 1930 en Valmadrera (Lecho), e hizo el noviciado en 1948 en San Donnino (Brescia). Después de los estudios en Tradate, hizo la Profesión perpetua el 8 de septiembre de 1955, siendo ordenado sacerdote el 28 de junio de 1956. Enseguida es destinado a Susà di Pergine, como vicedirector. En 1957 al Instituto Pavoni de Brescia como director, destacando en el trabajo con los sordos, según nuestro carisma. Vuelve el padre a Susà como animador vocacional, y después en 1964 a Trento, con el mismo encargo, destacando en estos años por ser un animador vocacional infatigable, un verdadero “talent scout” para muchos religiosos.
En 1966 el p. Mario es destinado a Brescia, como vicedirector y administrador; en 1968 a Milán, al Instituto como administrador y animador religioso; en 1969 a la parroquia de San Bernabé de Roma; en 1971 a la parroquia de Monza. Vuelve a Trento y poco desués a Brescia, donde dirige el programa para sordos en el Instituto Pavoni.
En 1982, es destinado a Susà, a disposición dela comunidad, y en 1984 al Pensionado de Monza. En 1985 va como director al Instituto Sacchieri de Montagnana, donde estará hasta 1992, año en que vuelve a Susà como encargado de los ancianos y colaborador en diversas parroquias. De Susà pasa a Roma, de nuevo a la parroquia de San Bernabé, y desde allí a Génova, donde murió el 15 de noviembre. Sus restos ha sido llevados a su pueblo natal, donde descansan.
Recordamos al p. Mario como un hombre generoso y disponible, creativo en las soluciones y problemas, siempre cordial y cercano. Sobre todo le recordamos en la tarea de la promoción vocacional y en el trabajo con los sordos. Que Dios le tenga en la casa del cielo, con todos nuestros hermanos, y que le premie el bien que hizo en esta vida.
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