Hoy 7 de septiembre, felicitamos en su 58 cumpleaños al p. Gregorio Huerta, de la comunidad de Bogotá (Colombia). El p. Gregorio nació tal día como hoy en 1954 en Santiuste de Pedraza al lado de la ermita de Las Vegas, aunque ha vivido siempre en La Puebla de Pedraza. De niño entró en el Colegio de Valladolid. Entró en el noviciado de San Sebastián el 2 de octubre de 1971 e hizo la Primera profesión religiosa como pavoniano el 15 de septiembre de 1972. Enseguida fue destinado a Valladolid como estudiante de filosofía y asistente. En 1975 va a Tradate (Italia) para estudiar teología. También allí será asistente, hasta que 1978 hace la Profesión perpetua, siendo ordenado el 23 de junio de 1979. Después es destinado a Valladolid como tutor y director de la actividad.
En 1984 va a Madrid, como Superior de la comunidad de Majadahonda, administrador y trabajador en el CES, donde estará hasta 1991. Desde 1990, fue también Vicario provincial con el p. Vittorio. Son muchos los que guardan un grato recuerdo de Gregorio de los años pasados en Madrid, las familias y los chavales, recuerdo de su cercanía, buen hacer, su energía y su pasión.
En 1991, siempre disponible y atento a las necesidades de la Provincia, el p. Gregorio es destinado a Valladolid, como Superior local y director de los religiosos en formación. Pero la llamada de Dios no conoce límites, y el p. Gregorio siempre atento y laborioso, no podía quedarse atrás. En septiembre de 1994, es destinado con el p. Javier García Mata de nuevo a Majadahonda, pero esta vez para prepararse para ir a fundar una nueva comunidad en América Latina. No se sabe exactamente dónde y ni de que manera, y el p. Gregorio inicia el curso de misionología. Después de unos meses de aquí para allá viendo varias posibilidades en Bolivia y en otros lugares, aterrizan en la parroquia Cristo de la Paz de Bogotá, en la Semana Santa de 1995. La acogida de la gente fue tan calurosa y tan apremiante, que no tuvieron más remedio que darse allí. En Bogotá el p. Gregorio ha sido Superior local, administrador, párroco, animador religioso, director de los hermanos en formación, animador de la Familia pavoniana... desempeñando un sinfín de tareas y oficios, siempre en contacto con la gente, siempre dando vueltas por el barrio de Marichuela, en busca de los más necesitados y allí donde era requerida su presencia. En Bogotá lleva 15 años, seguramente aunque él no lo diga, esperando el relevo, porque aunque el p. Gregorio se distingue por ser una persona entusiasta y convencida, todos necesitamos recambio de vez en cuando.
Felicitamos de corazón al p. Gregorio y le deseamos que la fuerza de la llamada de Dios, nunca pierda fuerza en su vida. Que nos siga siempre sorprendiendo, y que siga siendo siempre un hombre de Dios al servicio de los demás, un pavoniano de primera fila. Muchas gracias p. Gregorio y muchas felicidades.
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