El 2 de junio de 1951, nacía nuestro querido hermano Florencio en el pueblo de Rebollo, provincia de Segovia. Presentar a Floren no es cosa fácil, pues a pesar de ser un hombre discreto, puntual y fiel, es también un hombre polifacético, profundamente identificado con el carisma pavoniano y diligente hasta las últimas consecuencias. Hoy en Florencio celebramos un regalo maravilloso que Dios nos ha hecho en su persona.
Por mediación de su párroco don Juan de Frutos, entró en Colegio de San Rafael y luego estuvo en Escoriaza. Hermosos años esos de los comienzos. Entró en el noviciado de San Sebastián el 2 de octubre de 1969 e hizo la primera Profesión como pavoniano el 15 de septiembre de 1970. Su primer destino fue Valladolid, como estudiante y educador, pero duró sólo un curso, ya que en 1971 lo encontramos en Milán en el Instituto Pavoniano Artigianelli como estudiante y trabajador de la imprenta, formando parte de esa hermosa pléyade de hermanos coadjutores en torno al p. Rento. En 1977 es destinado a Trento, donde permanecerá durante 11 largos y hermosos años en el Instituto Pavoniano como educador y profesor. Allí en Trento hará su Profesión perpetua como pavoniano el 12 de diciembre. En los que trataron con él, tanto alumnos como compañeros religiosos y profesores, queda un grato recuerdo de un buen maestro de fotocomposición, siempre preciso, intiutivo, diligente... y sobre todo de un buen educador, siempre con los chavales, siempre atento a sus necesidades.
Acabada esta etapa, el hno. Florencio, con la disponibilidad que lo caracteriza, hace la maleta y vuelve a España, a San Sebastián, en 1988, siempre como educador. Del 89 al 99, permanece en Valladolid, como impresor, profesor de informática, encargado d ela Finca, y sobre todo como educador. Quizá sea esta la palabra que mejor define a Florencio, también en estos años de Valladolid, donde se distinguió por la presencia callada y discreta, cercana y afectuosa con los chavales. Los que pasaron por sus manos guardan de él un recuerdo entrañable, de una persona que se hacía querer y que quería.
Y a partir de 1999 comienza una nueva etapa en San Sebastián. Deja a un lado lo que había sido su ocupación durante muchos años, la imprenta, las máquinas, los ordenadores... y trabaja como educador con los chavales de Proyecto Hombre, desde lo sencillo y desde lo cotidiano, en lo cual Floren es todo un maestro. Los jardines de la casa, los detalles de la administración, el cuidado y el cariño con los chavales de Proyecto Hombre... fueron su ocupación, una ocupación que realizó de manera admirable, siempre en la sencillez y en el cariño.
Actualmente se encuentra en Albacete, donde desarrolla un bonito trabajo entre los chavales de los Hogares Tutelados y en Cáritas de la parroquia de San Pablo, el barrio donde vivimos.
Felicitamos hoy a Floren en su 66 cumpleaños, a la vez que agradecemos a Dios este regalo de hermano y pedimos para que siga cumpliendo muchos años más, siendo referencia y ejemplo de educador. |